“En estas pruebas, Huwa-San sale positivo”, afirma Marijke, que señala que la acción antibiopelícula de Huwa-San parece desempeñar un papel importante en ello. “Huwa-San impide la formación de biopelículas y, en consecuencia, el hábitat de Agrobacterium rhizogenes“. Tanto con una molécula antibiofilm como sin ella, se observa una reducción de la presencia de Agrobacterium rhizogenes tras el tratamiento con Huwa-San en un cultivo de tomate. Esto implica tanto la administración continua de una solución de 100 ppm durante el cultivo, como la dosificación de una concentración más alta (2%) con un tiempo de absorción más largo durante la rotación de cultivos. “Durante el cambio de cultivo, actúa como desinfectante, de modo que se puede empezar un nuevo cultivo con una pizarra limpia, y la dosificación continua impide entonces que aumenten las bacterias”.

“Sabemos por Huwa-San que permanece activo hasta el final de las tuberías, y esto es importante cuando se lucha contra el biofilm. Esto ya es una diferencia importante con respecto a los tratamientos estándar con peróxido. El biofilm está protegido por la matriz extracelular, o capa mucosa. El peróxido ordinario desintegra rápidamente esta capa y sabemos que Huwa-San penetra más profundamente en ella”, afirma Marijke.